¿Por qué es importante la orientación de una vivienda?

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La orientación de una casa debería ser uno de los aspectos imprescindibles a valorar, principalmente porque no se puede modificar haciendo una reforma o eligiendo una decoración diferente.

La posición de una vivienda y el punto cardinal hacia el que mira influyen en detalles como:

  • La cantidad de horas de luz que recibe a lo largo de una jornada.
  • El momento del día en que el sol entra por las ventanas.
  • La temperatura en las diferentes estaciones del año.
  • El consumo energético necesario para calentar la casa en invierno o refrescarla en verano.

Características de los diferentes tipos de orientación de una vivienda:

1. Viviendas con orientación al sur: el sol da todo el día en invierno, primavera y otoño. En verano sólo en las horas centrales del día, justo cuando hace más calor. Por este motivo es una orientación buena para los climas más fríos pero para las zonas donde haga más calor, tendrán que contemplar el gasto en aire acondicionado. La orientación sur destaca por la gran cantidad de luz que ofrece durante todo el año, algo que la convierte en la favorita de muchos. 

Esta orientación es muy adecuada para las viviendas ubicadas en el norte de la península o, si hablamos de la distribución interior, para los dormitorios y el salón.

2. Viviendas con orientación al norte: perfecta para viviendas situadas en el sur de España, donde el calor puede llegar a ser extremo, la orientación norte se caracteriza por recibir luz natural en las primeras y últimas horas del día durante los meses de verano. Si hablamos del interior de la vivienda, la orientación al norte es adecuada para la cocina o un despacho.

3. Viviendas con orientación al este: el sol incide desde que sale hasta el mediodía, siendo una buena opción para la mayoría de viviendas pues no hay un gasto energético muy acentuado. El calor se acumula durante el día y se libera durante la tarde-noche. Ela orientación ideal para un salón.

4. Viviendas con orientación al oeste: el sol incide desde el mediodía hasta el atardecer. No acumula calor durante el día para pasar un invierno más confortable y recibe el sol en las horas de más calor, lo que supone un coste energético de aire acondicionado en verano. Las cocinas y los cuartos de baño son las estancias que mejor aprovechan la orientación hacia el oeste.